Nota de prensa ante la visita del Papa a Valencia (9 de juliol de 2006)

Esquerra Unida i Alternativa lamenta que las administraciones públicas hayan invertido tanto dinero en recibir a la cabeza visible de una iglesia que no es la única ni la propia de un estado laico. Los fastos que se han organizado en Valencia con la visita del Papa Benedicto XVI son impropios de una gestión de gobierno austera y transparente. Ratzinger es el representante de una iglesia que va contra marea en derechos tan fundamentales para las democracias del siglo XXI como las referidas a la familia, la sexualidad o la bioética. Además de todo esto, Benedicto XVI también es el jefe de un Estado que no ha querido firmar la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

Según Marisol Martínez, coordinador de EUiA en Sabadell, “Se debería haber contemplado contención en los gastos públicos, sencillez, sobriedad y transparencia económica”. Además, según Martínez “Lo más preocupante es que, nuevamente, el Papa ha apostado por una oposición reaccionaria ante las nuevas formas de familia que legítimamente y por amplia voluntad del pueblo han aparecido en los últimos tiempos. El representante de la iglesia católica continúa con su política de estigmatizar y perseguir a gays, lesbianas, bisexuales y transexuales”.
Junto al despropósito de venir a España a criticar la decisión madura de nuestra sociedad por apostar por un modelo de familia más abierto, el Papa ha vuelto a dejar la propuesta claramente intolerante de su concepción del mundo. Según Marisol Martínez, “Junto a afirmaciones claramente sectarias contra la Ley de equiparación de matrimonios, el Papa todavía no admite el uso de preservativos a pesar de que la OMS los propugna como la única forma efectiva de parar el Sida y, en la misma línea, el Papa representa la oposición de la Iglesia a los avances en biotecnología que servirán para alargar la vida y curar enfermedades”.